Datos personales

domingo, 24 de abril de 2011

Al bosque.



¡Ay bosque!
Arrabal de, hoy, nubes oscuras.
Matriz de torneados troncos.
Huesa de semillas.
Gracias a tu tino.
¡Que matices del mañana!
¡Que deidades del futuro!

¡Hay bosque!
Que pintado por el intimismo.
Que forjado por tu puño belicoso.
¡Enorgúllete de ser tu mismo!
Me encomiendo a ti.
Intocable, me recibes cauteloso.

¡Hay bosque!
Intratable y con intrepidez me hundo,
en ti, bosque profundo.
Intrincado de ramajes, hojas,
flores y pequeños parajes.
En escenas de ilusiones,
de sueños encantados y oraciones.

¡Hay bosque!
Como arlequín te distraigo de tu afán.
De tu labranza. Presto, gravoso.
¡Déjame! ¡Mira mi magia!
Déjame formarte estrados,
en tu arrabal, en tu colage.
¡Que no pretendo viciar, ni corromper!
Ni hacer de ti un escarpado.

¡Hay bosque!
Solo colmarte quiero
y, en la medida que pueda,
tu altar adornar de arte.
Y aunque de arte estas servido.
¡No sólo puedo contemplar!
Pues, me encuentro a la deriva.
Por no decir, deprimido.

¡Hay bosque!
Conocidas, sabidas por mi
tus mañas. Eternales
tus entrañas. Generosa
ermitaña, sin escarcina.
¡Te ruego, te suplico, te imploro!
Regálame tu guarida.
Ansiada ¡tanto! por mi.


Fabius.-

No hay comentarios: