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jueves, 16 de febrero de 2012



La hierba del veintiuno.


Si bastara un crepúsculo, un amanecer
para limpiar la tormenta que
sobre la hierba se cierne.

Hierba vigorosa, sin impedimentos
mas que, aquellos propios y exultantes.
Podría, quizás, tocar el cielo con su risa.

Pero la hierba del veintiuno es rala, débil e inconstante.
Los nubarrones impiden su fluorescencia.
Es más ardua la tarea, aún, más glorioso el alcance.

Podría percibir, si se estremeciera, algún rayo que la acoja.
Podría izarse erguida, si se esforzara ¡y romper!
su manera de pensarse cautelosa.

Un crepúsculo, un amanecer la esperan.
Pequeño tironeo entre aquello más allá
y aquello más adentro.

Su raleza, su pertinaz grandilocuencia
hacen de su trayecto un escarpado,
un incesante andar en titubeos.

¡Ay si se decidiera a suavizar su tendencia!

Podría sentirse como germinada entre algodones.
Suaves, contemplativos, generosos.
Podría dejarle llegar hasta el cielo.


Fabius.

lunes, 13 de febrero de 2012


A Mario Benedetti

Verle a la distancia.
Una mirada que me llena.
Una mirada que me inunda.
Una mirada que me sueña.

Porque a pesar de las distancias.
A pesar del infranqueable paso del tiempo.
¡Le recuerdo!
Mirarle es verlo hoy, verle en sus versos.

Será porque es el ayer.
¡Porque le siento en mi piel y en mis huesos!
Será porque no me ha visto, nunca,
ni yo a usted, aunque resuenan sus ecos.

Será porque su canto a la mujer
ha hecho de mis ojos tormenta,
ha hecho de mi pecho una orquesta
y de mi corazón, esponja de sus letras.

Mirarle es más que decir ver ternura.
Es ver aire, es ver lluvia, es ver.
Es querer acompañarle, aplaudirle.
Decirle cosas como: leerle me hace libre.

Y es como ver el cielo
límpido, raso, rotundo.
Porque no hace falta ser Bécquer para saberse poeta
sino, creerse paloma y saberse amar en las letras.

____________

Entre tanta lejanía, de usted, de mi tierra.
Me cobijé en sus versos, me acurruqué en su prosa.
Me sentí su “cómplice”, me sentí patriota.
Me llené de recuerdos, me llené de gloria.

Y cada sonrisa, cada lágrima
que he sentido y derramado por leerle,
las he guardado hoy
para recordarle siempre.

Fabius.