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miércoles, 1 de junio de 2011

De lo imperfecto a lo perfecto.



En el momento perfecto de lo perfecto.
Nada puede ser más inequívoco y concreto.
Allí, donde la semilla empuja su brote.
Allí, donde el Sol, humilde paso, deja a la noche.

Cual punto que estremece el alma entristecida.
La cual descubre que, su razón es, su única salida.
En dirección al Sur, hacia el origen, lo concreto,
hacia el punto máximo del Sol, de lo correcto.

Corazón que encuentra, en cualquiera, su mejor amigo.
En almas sin caras, ni aspectos, ni fragancias, ni motivo.
Amigos de cualquier tiempo, aunque lejano y disperso,
aunque perdido, aunque silencio, aunque vacuo o inmenso.

Es el mirar al mar, en su magnifica inmensidad.
Es despedir al Sol, tras su sencilla jornada de bondad.
Es sucumbir, al celeste cielo. Del mismo, que por mis ojos
transita esculpiendo nubes, de formatos caprichosos.

Manto cubierto de flores diversas, se ha tornado mi alma,
encantada de poseer su cercanía, su belleza..... la calma.
Que, sólo, regalan ¡tal flores!, tal exquisitas doncellas.
Vírgenes del vicio, adornan sin adornos, las estrellas.

Es montaña que, inevitable, recae sobre la tierra.
Por que de ella, surge. Porque no existe, entre ellas, la guerra.
Mimándose en su camino, unidas en su destino.
Una sucumbe ante la otra, sin codiciar su brillo.

Del errar el andar, del equivocar el rumbo,
el que lo transita, sucumbe, a tientas y dando tumbos.
Del inicio del error, su opuesto, lo certero.
El caminante bondadoso, descubre lo verdadero.

Tras mirar, alejado de su mundo, alejado de su espejo,
alejado del bostezo, del poder y del cortejo.
El andariego, mirando el mar, mirando el cielo,
encuentra en el más allá, lo más cercano y eterno.


Fabius.-

1 comentario:

Emmiliosky dijo...

Consciente del cambio que se opera de forma imparable y que te trae la luz. Pero, la lúz, eres tú.

Es muy bonito. Y muy autentico.