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jueves, 6 de octubre de 2011

Rostros sin alma.


Ya no veo gente que sonría.
Sólo rostros afligidos, gente sin sueños.

El alma hundida, recuerdos momentáneos,
de algún minuto de felicidad, algún augurio.
Y todo se desvanece cual tormenta,
ésta, la que nos subyuga y aún no cesa.

Espaldas que suplican una tibieza, una aurora,
cicatrices que dibujan un semblante; la miseria,
y manos que rebuscan un centavo y aún pretenden dar limosna.

A veces pienso……..
ahora se terminó el verano
y el frío hará lo propio con hombres y mujeres derrotados.

Fabius.-

1 comentario:

Emmiliosky dijo...

Tambien en la tristeza hay poesia. Al fin y al cabo ne deja de ser un sentimiento. Y mientras sigamos sintiendo, no todo está acabado.