Ya no veo gente que sonría.
Sólo rostros afligidos, gente sin sueños.
El alma hundida, recuerdos momentáneos,
de algún minuto de felicidad, algún augurio.
Y todo se desvanece cual tormenta,
ésta, la que nos subyuga y aún no cesa.
Espaldas que suplican una tibieza, una aurora,
cicatrices que dibujan un semblante; la miseria,
y manos que rebuscan un centavo y aún pretenden dar limosna.
A veces pienso……..
ahora se terminó el verano
y el frío hará lo propio con hombres y mujeres derrotados.
Fabius.-
1 comentario:
Tambien en la tristeza hay poesia. Al fin y al cabo ne deja de ser un sentimiento. Y mientras sigamos sintiendo, no todo está acabado.
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